Ains, ains, ains!
Ayer como se suele hacer en estas fechas en muchos lugares de la galaxia, y aprovechando que Obi-Wan tenía una megamerendola con los del trabajo me fui con mi cuñada Mara, mi hermano Luke, mi hermana y un amigo a ver un partido benéfico entre las rutilantes estrellas del baloncesto y las de furbol... estooo, bueno en realidad fuimos a ver como uno cuantos barrigones que en antaño fueron semiglorias del deporte Rey y del hermano pequeño pasaban el mal rato de congestionarse, ponerse a sudar como pollos y alguno que otro incluso intentaba disimular su incipiente calvicie... en fin como en todas las navidades lo importante era sacar unos eurillos para los niños del África y acallar las voces de la conciencia por una “buena causa”... ¿A qué os suena?.
En otros años, cuando era joven y el Lado Tenebroso de la Fuerza no había causado aún estragos en mí, ni en mi familia, no sólo iba a estos saraos, sino que he de reconocer que participé e incluso ayudé a organizar varios eventos parecidos... no me avergüenzo porque tengo escusa; era joven y no sabía lo que hacía, jeje.
Llevaba ya varios años sin participar y la verdad es que lo disfruté bastante... Bueno hasta que el azúcar o la tensión o la madre que lo p*r*ó vino a darme la tarde y me quedé igual que si hubiese tenido que pelearme con una familia entera de Wokies... me dolía la cabeza, los sudores fríos y el temblor de manos me hicieron pensar que era falta de azúcar, sin embargo cuando me hice la prueba estaba relativamente bien, las ganas de vomitar y el tremendo calor me hicieron pensar en un corte de digestión pero después me entró tal hambre que tuve que desestimarlo.... pero lo peor, lo que me dejó hecha polvo fue que Pequeño Jedi se debió asustar por la que había liado (porque seguro que fue él) que no se movió en toda la tarde, ni en parte de la noche, y claro, su madre comenzó a agobiarse, no sabía como ponerse para que el enano se dignara a hacerse notar, cada minuto que pasaba más angustia acumulaba...
Mi hermana tuvo que coger el Halcón Milenario, porque yo no me sentía capaz de conducir (mareo, las náuseas y... la mala gana en general), me llevó a su casa y allí llamamos a Obi-Wan que me vino a recoger; cuando llegó las cosas estaban mucho mejor, había subido el azúcar y la tensión y después de una buen vomitona me encontraba como una rosa... lo malo era que Pequeño Jedi seguía sin dar señales...
Sobre las doce de la noche un leve aleteo me vino a confirmar lo que mi hermana me había dicho: “Con la que a liado, lo más seguro es que no se canteé hasta que tu estés bien; no te preocupes” y así fue, después de cenar una limonada, y algunas nueces...
Al llegar a Endor, aún me encontraba bastante mal por lo que me metí en la cama y.... el jodio niño fue cuando empezó el momento “UPA DANCE” madre mía! Lo que no se había movido en toda la tarde, con el susto que llevaban sus padres (porque Obi-Wan mucho Jedi y todo lo que tu quieras pero no sabía si ir a urgencias o a casa) y el tan campante!
Hoy me he levantado con una resaca monumental, con un genio de Sith y sin ganas de ir a Hoth a pasar la Nochevieja... en fin, que lo único bueno de ayer es que aunque algo asustada no pequé de “primeriza” y me vine para casa en vez de irme al hospital... la próxima vez, no respondo.
En fin, espero que tengáis un buen día y mejor noche; que el 2010 se vaya plácidamente y que el 2011 nos traiga algo de salud, dinero y amor...
Feliz entrada y mejor salida!
