Mi pajarillo:
Te todas todas te tocaba ser el/la
segunda, en ese sitio donde estas te esperaba tu hermana mayor para
imagino, ayudarte a esperarme cuando podamos volver a estar juntas
las tres; aquí, si mi vientre no hubiera sido un lugar tan hostil,
en septiembre, habrías convertido a tu hermano en hermano mayor.
De todas maneras eres la/el segundo; en
este caso mi segundo gran fracaso, mi segundo aviso de la naturaleza.
Pero yo también soy la segunda, y ser
la segunda no esta tan mal...
La segunda tiene el camino más llano,
y mamá puede abrazarte desde el dolor, tu hermana tuvo que esperar
mucho tiempo para poder saber de mi, porque no acepte su pérdida.
Quizá la tuya la acepto mejor porque
pudimos vernos, pudimos llorar juntos los tres y decirnos adiós a la
cara; papá y yo pudimos sentir que eras real, no una imagen quieta
en un monitor.
Al salir del hospital, tristes, con los brazos vacios llenos de abrazos, tu padre y yo oímos un bebé llorar, nos dimos la vuelta, porque el corazón fue más rápido que el cerebro; pero no eras tu, era imposible que hubieses sido tu. Ese sonido junto a la imagen de tu cuerpecito me los guardo para nosotros.
Al salir del hospital, tristes, con los brazos vacios llenos de abrazos, tu padre y yo oímos un bebé llorar, nos dimos la vuelta, porque el corazón fue más rápido que el cerebro; pero no eras tu, era imposible que hubieses sido tu. Ese sonido junto a la imagen de tu cuerpecito me los guardo para nosotros.
Eres la segunda, pero no estas ni
encima ni debajo de ninguno de tus hermanos; estas entre ellos.
No porque, no me quede en la cama
llorando, hundida y desesperada de dolor; no siento menos tu
ausencia.
Siento que te estoy fallando por
segunda vez; todo es segundo.... odio lo segundo....
Todo mi amor no pudo retenerte en mi
vientre y todo mi dolor no puede llenar mi mente....
Pero estas aquí, junto a tu hermana en
este enorme hueco vacío que hay en mi corazón, un hueco que debería
estar lleno de besos y caricias, canciones y susurros. Un enorme
hueco que nadie llenará, porque es tu hueco.
Hoy me vuelvo a despedir de ti, esta
vez con palabras... te pido perdón por dejarte marchar, por no
poderte acompañar un minuto más en tu camino; pero tu hermano me
espera y me necesita tanto como yo a ti.
Te pido por favor, te quedes con tu
hermana y os hagais compañia, si ella aún no la ha encontrado, buscar a
la abuela... ella os dará calor y consuelo.
Te quiero mi pequeño pajarillo y te
querré toda mi vida.