El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento

30 de mayo de 2013

Y todo comenzó aqui...

 Todo comenzó en el embarazo del Maestro Luke...



Padmé sabía que este sería su ultimo MiniEwok, lo sabía porque le había costado mucho trabajo “trabajarse” a Anakin y llevarle al Lado Oscuro, porque Anakin no quería volver a jugar a la lotería, tenía dos Ewoks sanas, y con eso era feliz. Pero el poder de la Fuerza era grande en Padmé... o como diría mi abuela... Tiran más dos tetas... En fin que me voy del lío



Estábamos en que Padmé estaba embarazada del Maestro Luke, cuando comenzó esta historia; porque fue entonces cuando confeccionó la conocida en Endor como “abuela´s Blanket” que no solo es la reliquia familiar Organa, sino la manta favorita de PequeñoJedi y la manta que dio origen a la Ola decibermantas.



Padmé la fabricó con retales de vestidos de Tia babeante y Leia, que como nacieron en verano y el Maestro Luke en invierno,era seguro no le iban a servir (aun sin saber que sería niño), la trasera la realizo tricotando.



Pero algo le faltaba al conjunto; PequeñoJedi necesitaba una almohada donde posar sus traviesos rizos, y entonces Leia le hizo esta funda de almohada... Friki pero con un corazón suave, pues es la almohada que Padmé usaba en sus visitas al hospital.



15 de mayo de 2013

JediEmpanadillas del Lado Luminoso

Leia no sabe cocinar, no sólo no sabe, sino que odia cocinar; pero ha descubierto que hay platos que le salen genial...

Material imprescindible:
 
Un casco trooper, o si no tenéis ningún Ewok a mano que os pueda ayudar a capturar a un trooper, puede valer un Wok o sartén antiadherente de tamaño medio. 
 
Ingredientes:
 
10 Manzanas (en Endor usamos las Royal Gala)
1 cucharada de mantequilla (o margarina)
Canela
                                                        Azúcar (blanco o moreno da igual)

Procedamos:

Pelar las manzanas y trocearlas de tamaño no muy grande ni muy pequeño, es decir, del tamaño de una canica aproximadamente.
Se pone en el casco trooper la mantequilla y se enciende el fuego (esto es imprescindible)
Sólo cuando la mantequilla este ya derretida se vuelcan todas las manzanas troceadas y se baja el fuego a media fuerza.
Cuando la manzana comienza a sudar como C3PO en las arenas de Tatooine, se condimenta al gusto con la canela y el azúcar y remover.
Personalmente prefiero que el toque ácido de la manzana no desaparezca, pero eso dependerá de los gustos y el tipo de manzana elegido.
Esperar un par de parsels 2 minutos y comenzar a remover el mejunje hasta que la manzana haya adquirido todo el azúcar y la canela y este hecha.
Retirar la manzana del fuego y dejar que se atempere; yo suelo dejarlo de un día para otro.
Unos 10 parsels antes de empezar con esta segunda parte sacar la pasta de las empanadillas del refrigerador, fresquera o frigorífico de ultima generación... porque la pasta de las empanadillas DEBEN estar refrigeradas, sino, bueno eso da para otro post, jejeje
 na vez templado el mejunje se coge con una cuchara y se rellena la empanadilla, no mucho porque sino se sale y no poco porque si no eres una rata, ¿el punto medio? Bueno, pues lo iréis encontrando pero yo suelo usar lo que entra en una cuchara.
Se dobla la masa, y se “apretuja” con un tenedor para sellar los bordes.
Se frien las empanadillas y...

SIN dejar enfriar ... a rellenar las lorzas!

A Obi-Wan le gusta combinar el calor de la empanadilla con un trozo de helado de nata o vainilla... pero claro, Obi-Wan es el MasterCheff de los Jedis.

7 de mayo de 2013

Adiós compañero y amigo

  Llevo varios días pensando en como abordar este post sin tristeza, pero es imposible.



La primera vez que te vi estabas ladrando y saltando sobre tus patas, grande y ruidoso, simpático y tontorrón; tus dueños estaban tan encantados contigo como deseosos de vivir una jubilación sin preocupaciones ni responsabilidades. El flechazo fue instantáneo, a Obi-Wan tampoco le costó mucho enamorarse de tu gran corazón.



Un corazón enfermo de Leishmania y filaria; que te producía heridas en las mucosas y dolor articular; aún así eras un perro alegre, intentando jugar con cualquiera, fuese Jedi, Padawan, Ewok, o Trooper, porque tan bueno eras que no servías como perro guardián.



Cuando te acogimos te adaptaste perfectamente a la vida en Endor, con tanto gato, gallinas y hasta tortugas con las que jugar; a los largos paseos por las montañas y a los chapuzones en el lago.



Triste fue el día que Alfredo nuestro JediVeterianrio nos aconsejó no volverte a sacar de casa, pues tardabas mucho en reponerte y en cualquier momento tu corazón podía fallar.



Entonces nació PequeñoJedi y te volcaste con él, eras su manta de juegos, incluso “regañabas” a Nala cuando era demasiado brusca cerca de él. Y PequeñoJedi aprendió a llamarte, a apoyarse en tu lomo para poder alzarse y sostenerse al andar.



Y fue pasando el tiempo y un día comenzaste a vomitar sangre... y Leia te llevó al veterinario, y nos dio a los dos un gran disgusto; tu ya no volverías a casa a ladrarle al cuenco de comida justo antes de empezar a comer; no volverías a servir de alfombra para PequeñoJedi, no saldrías de la consulta.



La ultima vez que te vi tu mirada estaba vidriosa, yacías entre mis brazos sin moverte, pues una inyección te había dejado tranquilo y en paz; preparado para unirte a la Fuerza... una unión a la que Obi-Wan no estaba preparado.



PequeñoJedi preguntó por ti a la mañana siguiente acostumbrado a darte tu medicación junto con un cuscurro de pan...


Y aqui estoy, varios meses después, sin poder decirte lo mucho que te echamos de menos, lo mucho que te añoramos sin que un nudo se haga con mi garganta.


Hasta siempre compañero y amigo