Carta a un iluso

Querido iluso!.

Y te llamo iluso con cariño, sin un ápice de mofa en mis palabras; porque eres un iluso sí crees en eso de la crisis en la construcción; eres un iluso sí crees que “ahora es un buen momento” pues no tienen mucho trabajo y te podrán dedicar tiempo y esfuerzo; eres un iluso sí piensas que te va a salir mucho más barata la obra ahora (nadie da euros a pesetas)…

Te hablo desde la experiencia de una obra que “esto se lo hago yo en dos patás” y llevo dos meses exiliada en una base rebelde y con las tropas imperiales haciendo de su capa un sayo que dirían en Naboo.

Te hablo a tí, mi querido iluso, sí tú, ese que piensas que la gente somos unos exagerados y que no nos conformamos con nada, que queremos obras pero sin mancharnos la casa, que la gente quiere las cosas para ya, pero no hacer sacrificios… a ti, querido iluso.

Te dedico todas y cada una de mis entradas de “obras tengas”; porque en verdad son cosas que pasan, que o las tomas con humor y filosofía o mal irás, porque terminar… terminar terminarás en el Lado Oscuro, sin remisión.

Ese Lado que hace perder la cabeza y pensar “¿Cómo que no hay altillo? Por mis rodetes (o sable láser para los jedis) que sí hay altillo, aunque lo tenga que pagar aparte” y hombre si, lo pagas, pagas el altillo y la cara de tonto que se te queda al oír el precio.

En el Lado Oscuro también entras al ver tu carretilla cada fin de semana llena de cemento y que el lunes cuando hablas con Tarkin te dice “ahora mismo les digo que quiten el cemento y no la vuelvan a usar” y… por supuesto que le quitan el cemento, seco por cierto, y lo hacen con una delicadeza tal que al final de la obra te das cuenta que tienes que comprar una nueva carretilla pues esta abollada y rota de tanto cemento “que no han vuelto a usar” hasta la siguiente vez.

Oscuro el Lado cuando la puerta romboide no llega, aunque a la hora de escogerla tuviste que hacerlo deprisa deprisa “porque hay que ponerla antes del Martes” y no llegó hasta el viernes de dos semanas después… que las puertas interiores son más difíciles de ver que un Nexu en Hoth.

Lado Oscuro oscuro cuando compruebas que allá por donde han pasado los troopers no ha vuelto a crecer la hierba; pues el cemento y los agujeros en el jardín esos nadie te los va a reparar.

Y así hasta que tu sable láser pasa de un verde esperanza a un rojo sangre caos,mueteydestrución.

Porque el paso al Lado Oscuro fácil es, lo difícil es permanecer en el Lado Luminoso de la Fuerza, sonreír cuando Anakin llega de viaje tras llevar un mes sin ver Endor y empiece a sacar fallos tontos que tendrías que haber visto por ti misma y además no ve que la obra avance ¡coño ni yo!.

Lo difícil es cuando ves todas las defensas caer; que el miedo a perder los nervios lleva a la ira de tener que controlar el mal humor, la ira lleva al odio de no poder ser tu mismo y demostrar tu mejor semblante, el odio lleva al sufrimiento de tener que morderte la lengua para no decir…. CAGO EN TARKIN Y LA MAÉ QUE LO PARIÓ!

Porque a ti, mi querido iluso que te queda una obra por delante, te digo que no sabes donde te metes; que por tus venas deben correr muchos midiclodianos para poder superar esta prueba digna de los jedis más avanzados, una prueba que incluso el maestro Yoda, con su gran poder en la Fuerza ha sido incapaz de afrontar (y si no mira en el cuchitril en que vive).

Piénsatelo mi querido iluso, piénsatelo, pues una vez has entrado en el Lado Oscuro de la Fuerza es muy difícil salir; te encontrarás en una vorágine de miedos y dudas, dolor y frustración… protegete y no subestimes el Poder del Reverso Tenebroso. Yo lo hice y así me veo.