Sin parpadear

Una nube de ilusión flotaba en el aire, hoy era el día especial. Ha sido todo un espectáculo. Una maravilla de magia e ilusión, algo para repetir año tras año mientras el cuerpo aguante.

Como ya decía ayer ha sido todo un reto para mí que me dejaran llevar a mi sobri-Ewok mayor a ver Disney on Ice, y la verdad es que ha sido mucho mejor de lo que hubiera podido pensar en el mejor de los casos.

El verdadero espectáculo lo hemos dado su abuelo y yo babeando al ver lo bien que se lo estaba pasando.

No ha llorado al apagarse las luces, ni siquiera ha pestañeado en la hora que ha durado la primera parte del show, tampoco quería ir al baño en la pausa “por si salían otra vez” aunque al final la he convencido de que hasta que volviéramos del baño no saldrían de nuevo.

La segunda parte ha sido aún mejor pues ha salido “la bruja mala” (de la bella durmiente) y el dragón (ahí sí que ha dado un respingo) y se ha vuelto hacia mi muy sería y me ha dicho “esa es la bruja mala mala”, me ha pasado como a Julia Roberts en la opera en Pretty Woman.

En general el espectáculo ha estado bien, y creo que es muy adecuado para niños a partir de tres o cuatro años (antes no creo que aguantaran), de hecho no he visto ninguno menor de esa edad.

No dejan de ser unos patinadores profesionales disfrazados de las princesas y príncipes más famosos de Disney cantando canciones que todos los niños se conocen; la verdad es que a los papás no se les hace largo y los niños están pegados a sus asientos todo el tiempo. (Chelo lleva a tus Ewoks, les va a encantar).

El merchandaising es caso aparte, como en todas estas cosas hay desde fotos para hacerte con las princesas (un cartón) hasta peluches, vasos y demás. Afortunadamente mi Ewok es lo suficientemente pequeña para no haberse vuelto loca con ello.

De hecho cuando hemos salido en el intermedio lo que más le preocupaba era estar en su butaca antes de que empezara de nuevo, bueno, ya crecerá y me tocará pelearme con sus padres….

La verdad es que mi sobri-Ewok es un encanto, su hermana que se ha quedado en casa por ser aún muy pequeña ha estado en todo momento su pensamiento; al llegar al recinto hemos visto un enanito (mudito) y con una rápidez a prueba de tiostiasabuelos e incluso Jedis… ha dicho, mi hermana es mudito yo blancanieves!.

Después cuando hemos comprado unas palomitas (al llegar a casa me he enterado que no las había probado antes, ups!) en seguida ha dicho que eran para su hermana. Sí es que se me cae la baba!.

Al montarla en el coche, hemos ido hablando de los que había visto, a Blancanieves, a los enanitos, al dragón, a la bruja mala mala… me ha mirado y ha dicho que aunque su hermana “diga tonterías mañana vamos con papá, mamá y mi hermana a ver a las princesas”.

Tan solo había una canción de Disney (la de la sirenita) en el coche y el maestro Obi-wan la ha puesto por hacer la gracia, pues bien hemos ido todo el camino hasta su casa con la dichosa cancioncilla pues ella decía “tio ponla otra vez” y al tío pues eso… que también se le caía la baba.

Ante todo, agradecerle a mis cuñados esta tarde mágica, porque sí la niña se lo ha pasado bien, la tía se lo ha pasado mejor; la verdad es que la proxima vez tanto ellos (que también tendrían su alma en su armario, aunque han disimulado muy bien) como yo tendremos más experiencia en estas cosas.

Espero haber aprobado, se que con la niña ha sido "cum laude", y con los papás al menos un cinquillo raspado haya obtenido.