Primeras discrepancias educativas entre Obi-Wan y Leia respecto al cuidado y educación de PequeñoJedi se han producido… Leia es consciente que estas discrepancias, en algún momento de la crianza se tenían que producir, pero no por ello le ha molestado menos. Esta vez el sable láser de Obi-Wan ha tornado de un azul cielo a un peligroso rojoSith, y Leia tiene su blaster cargada por si ello fuese necesario.
Desde el mismo momento en el que el reloj biológico de Leia se puso en marcha, mucho antes de que PequeñoJedi estuviese aquí, Leia comenzó a informarse y sumergirse en el maravilloso a la vez que aterrador mundo de la crianza; en esos tiempos Leia conoció los blogs de Mamá de Julio, que ahora lucha por sacar adelante una recién estrenada familia de 5, o La MamáVaca, de donde Leia sacó mucha información y se le fue quitando el miedo sobre la LM, también conoció a Belén y su blog Mamá sin complejos y su particular visión de la crianza con apego… y otros fueron viniendo, como Las historias de PapálLobo (inolvidable la entrada del montaje del AT-AT de PequeñoKarateka) o Con la teta hemos topado.
Obi-Wan por el contrario, decidió que hasta que no estuviese ante las mismísimas tropas del Emperador en pleno, no merecía la pena comportarse como si le fuese la vida en ello, había por entonces muchos frentes que combatir, y las batallas hay que saber elegir cuando se luchan. Después cuando PequeñoJedi le llenó de esa sensación extraña que es la responsabilidad paterna, cogió a La Fuerza por el Lado Luminoso y se leyó libros y blogs, descubriendo que las cosas disparatadas que Leia decía no eran de su propia invención.
Para Leia, la crianza con apego, es una condición imprescindible, considera tan necesario abrazar y hacer sonreir a su hijo como el cambiarle de pañal o alimentarlo; porque Leia, considera el alimento del alma tan importante como el del cuerpo; considera que debe haber un equilibrio perfecto y difícil de conseguir, entre la educación emocional y la crianza biológica.
Por ello, está muy preocupada en que PequeñoJedi no encuentre fisuras en su coraza de madre; no sienta el miedo que le produce a Leia no saber que deparará el futuro, y un millón de miedos más que asaltan cada noche a Leia, al acostar a PequeñoJedi.
Para Obi-Wan es distinto, afortunadamente, pues es todo un caballero Jedi y no se agobia con temas tan nimios…
Y ahora, el punto de conflicto:
Todo comienza el día que Leia se reincorpora a su E

strella de la Muerte, y Obi-Wan pasa de ser sujeto pasivo a sujeto activo en cuanto a la alimentación de PequeñoJedi, y claro, descubre que tener un bebé es mucho más absorbente de lo que había pensado, desayunando en algunas ocasiones a las once de la mañana o no pudiendo hacer la ronda hasta que a las 12.30 llega Leia a hacer el relevo.
Uno de los cometidos: Dar el biberón a PequeñoJedi a mitad de mañana, y Obi-Wan comienza a dejar que PequeñoJedi coja el biberón tumbado en la hamaca y se lo tome sólo, si si sólo, con la ayuda de un pequeño cojín, para apoyar el peso del biberón. Y claro, PequeñoJedi encantado… o no. Simplemente, así Obi-Wan tiene un margen de algunos minutos, en los que PequeñoJedi ni protesta ni reclama atención.
Tras varios días de aplicación de este método, al que llamaremos “método Obi-Wan”, PequeñoJedi deja de tomar el biberón en brazos, y lo hace en la hamaca, es decir, el único momento en el que Obi-Wan alimenta a PequeñoJedi, no lo hace, lo hace una hamaca por él. Cuando Leia es informada de tal método, no le hace ninguna gracia y se lo hace saber a Obi-Wan, con la vana esperanza de que desista en su actuación pero con la firme convicción de que seguirá con ello.
Pasan los días y los meses, y llega un día en que PequeñoJedi comienza a tomar papillas, e ir a la guardería, por lo que Obi-Wan deja “su método” pues ahora el biberón se lo toma en la guardería y los purés se los da Leia. Por tanto, el momento de alimentación, queda reducido a contadas ocasiones en las que Leia, no puede dar de merendar a PequeñoJedi, momentos escasos y en los que Obi-Wan suele delegar en TiasBabeantes y MamásdelasEwoks próximas.
Pero un día, en el que Leia esta agotada, mental y fisicamente, y tras el momento del baño, Leia observa como sus pecho se encuentran medio vacios y se apresura a calentar medio biberón que tiene en la nevera para acompañado de cereales, dárselo a PequeñoJedi después de la toma, porque de seguro se quedará con hambre… y Leia acierta.
PequeñoJedi vacia los pechos de Leia y es cuando Leia le comienza a dar el biberón, en brazos claro, y PequeñoJedi berrea, protesta y manotea a su madre y a quién se ponga por delante, enfadado porque tiene hambre, está cansado y, sobretodo, porque su madre no le entiende.
¿Y que es lo que quiere PequeñoJedi? Pues tras varios cambios de tetinas al biberón, un intento fallido de dejarle en la cuna y un poco de desesperación por parte de Leia, Obi-Wan encuentra la Piedra Filosofal, coge la hamaca, pone a PequeñoJedi en ella y le da el biberón!
Leia no se lo puede creer, prefiere la hamaca, a los cálidos y blanditos brazos de su mamá, y entonces es cuando la desastrosa semana hacen mella en ella y se abraza al Lado oscuro, muy muy oscuro… contra Obi-Wan. Este reconoce que el “problema” es por su culpa, pero que claro, él no lo considera un problema, sino que da independencia a PequeñoJedi, y Leia considera que en una crianza con apego, eso de “dejar al niño en la hamaca” para darle el biberón pues no es ni medio válido.
Al final… Leia termina tumbada en la cama, amamantando a PequeñoJedi con lo poco que pueda sacar y Obi-Wan en el ordenador… por cierto, el biberón intacto y PequeñoJedi sólo quería un poco de piel con piel para dormir.
¿Cómo lo veis?.
P.P. Este es mi blog y por supuesto, cuento en él mi versión, Obi-Wan seguro que tiene otra que se ajusta tanto como está a la realidad; Pero como este blog es el mío, en él escribo lo que quiero. Y si Obi-Wan quiere "contraatacar" ya sabe, siempre tendrá los comentarios abiertos. Y ¿porqué no decirlo? Mi corazón, porque las pequeñas discrepancias, no son, más que pequeñas, ínfimas discrepancias que son lo que dan a la vida su salsilla.
Porque Si, eres un padre maravilloso, pero un poco vago y pasota.