El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento

6 de abril de 2010

Mi veterinario

Se ha creado una “agria polémica” en algunos de los blogs que leo, acerca de la relación pediatra/progenitor. Son muchos los comentarios que he leído desde que Amalia se desahogó en su blog; cosa más que aceptable, que pá eso es suyo; me he mantenido al margen hasta hoy que lobo y mama (contra) corriente me han dado el espejo en el que reflejarme.

Gracias gracias.


No tengo niños, ni pediatra, pero tengo …


VETERINARIO!.


Ante todo, mi veterinario es un Sol, comencé llevándole un conejo enano con dos patas rotas y un pulmón perforado que mi veterinario “de siempre” había desahuciado con muy malas formas:

“te va a costar el arreglo (si sí arreglo) más que otro conejo, mira le cojo así y ya no sufre más”.


Por supuesto salí casi corriendo de su consulta y me apresuré a mirar otro; y allí estaba él, (ahora entra la música); me miró con esa cara de escepticismo que sólo él sabe poner y me dijo…

“No va a quedar bien, y es muy probable que se muera; te lo digo porque nunca había tenido un conejo con un pulmón colapsado”.


Y ahí me ganó, no me dijo lo que quería oír, me dijo lo que él pensaba (bueno, imagino que también pensó que me faltaba algún pettit-suisse en la dieta pero eso se lo guardó); tras quince días de incertidumbre, viajes de casa al veterinario y del veterinario a casa y porque no decirlo algún que otro dinerito; Pablo Nicolás salió de peligro y me lo pude llevar a casa; se quedó cojito y ya no pudo volver a subir al sofá de un brinco, pero aprendió a subirse encima de Nala y saltar. Se murió de viejo dos años después.

Cuando sucedió esto, yo vivía en un tercer piso y como única mascota Pablo Nicolás; al poco llegó Nala y fuimos tres; he de

confesar que con Nala lo tuvo muy fácil, un cachorrito… pues “vacunas, desparasitación y revisión en seis meses”; no sabía que la dueña se iba a poner histérica cada vez que la perrita de marras vomitara; porque me salio vomitona, y tras tres visitas completamente inútiles (a opinión del Veterinario) me dijo…

“mira, yo te veo a Nala las veces que haga falta pero es la Golden mas sana que he visto en mi vida” he de informar que él tiene una preciosa Golden Retriever.


Después vino Sole que tenía su veterinario en Coruscant, pero rápidamente la cambie “al mío” y Lola; y con ellas la casa; y allí la explosión mascotil, pues de un plumazo pasamos a ser tres para ser muchos más.


En estos cuatro años Alfredo que es como se llama mi veterinario (ejem, bueno el mío no) ha pasado por casi todo; ha tenido que dar la mala noticia de la enfermedad de Argos; fue él quién sacrificó a Laika, pero también ha sido el que dio la seguridad de que Lola estaba preñada de su primera camada (las siguientes las diferencié yo sola), y el que cuando adopté a Hagën y Dazz (mis tortus) verbalizó lo que hasta entonces nadie se había atrevido a decirme “ ¿Cuándo piensas parar?”.


Ahora no es “el veterinario” ahora es Alfredo; parece una tontería pero no es así; en cuatro años ha pasado de ser el profesional que se encarga de la salud de mis mascotas a ser MI VETERINARIO.


Es una persona muy seria, bastante directo en sus afirmaciones y de los que dan órdenes como:

“Ponle el collar antipulgas, luego sí quieres las pipetas; pero para un gato le cubre igual el collar y es más barato”.

“Pero es que no me gustan los animales con collar”

“A los gatos tampoco les gustan las pulgas, si quieres pipetas pero les cubre más el collar”

Al final collar antipulgas para todos los gatos y pipetas para Nala y Argos.


La verdad es que hace tiempo que me hace un precio especial, y sé que se lo pasa fenomenal cada vez que aparezco por la consulta con uno o dos gatos en la mochila y dos perros custodiando; un día incluso llamó a su padre para que “bajara” a verlo pues no se creía, que una sola persona pueda llevar dos perros de raza grande y dos gatos con total tranquilidad.


Pero bueno esa es otra historia, porque a la de correos le pasa lo mismo y los de la panadería cada vez que paso me preguntan si no llevo en la mochila algún gato, el farmacéutico lo lleva peor, es alérgico (y un poco bobo), y en cuanto me ve amarrando los perros a la farola se mete en la rebotica y … que atienda otro!.


En fin, que Alfredo es MI VETERINARIO, estoy segura que como profesional es igual que el anterior veterinario que tuve, que sabe mas o menos lo mismo, y que en definitiva sí el bicho esta de morirse se muere y sí esta de sanar sana. Que le gustan los animales, como a todos los veterinarios, puede preferir los loros a los guacamayos, los erizos de mar a las nutrias pero, eso igual que cualquier otro.


Creo, y ahora viene cuando me meto en un lío, que también a todos los pediatras les gustan los niños; algunos incluso después de tener ocho (o más) horas niños pasando por sus manos aún tienen el valor de tener los suyos propios (sí es que no aprenden!).


Pero como cualquier profesional, y llamo profesional al que ejerce una profesión por la que se le han pelado al menos una vez los codos de tanto estudiar, cualquier profesional disfruta con su profesión, pero también tiene malos y buenos días, mayor o menor “don de gentes”, es más o menos reservado, más o menos autoritario.


Estoy de acuerdo en todo con papa lobo excepto en una cosa… yo no querría tener a House como veterinario, más que nada porque siempre empieza con Lupus y termina con una punción lumbar, y eso además de doler un “Egg” es carísimo.


Puedo asegurar que cuando un niño esta realmente mal, nadie se plantea sí su madre le da el pecho o el bibe, sí práctican con el colecho o duerme en litera desde el primer día; tanto padres como profesionales (médicos, enfermeras, auxiliares) dan todo por el todo; el problema surge cuando el niño esta sano (o medio sano); entonces surgen las pequeñeces.

Y ahora ya podéis lapidarme



3 comentarios:

  1. Pues te digo lo mismo que TU veterinario. ¿cuándo vas a parar? Al final, le veo (a Alfredo) que va a poner la consulta en la habitación "si pero no", jajaja

    Y con lo majo que es House, ¿cómo que no lo quieres? Jajajaja.

    Y si, cuando no hay problemas serios por los que preocuparse es cuando salen a la superfície todos esos problemillas

    Un saludo

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  2. Hola! Este post ya es antiguo, pero he llegado a tu blog y le estaba echando un ojo (¡me gusta mucho!), y claro, como veterinaria que soy he de decir que esta entrada es genial!!! Con tu permiso por aquí me quedo...Saludos!

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    Respuestas
    1. Hola Mo!
      Encantada a que te unas a La Fuerza!
      Y ya sabes ve por el Lado luminoso SIEMPRE

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