La idea vino por parte del gobierno ¿o fue de la oposición?, el caso es que llevamos oyendo lo de la crisis de la construcción casi dos años; y en casa hemos decidido poner nuestro granito de arena para paliar la situación.
Se acaban de aprobar los presupuestos generales para el año en curso y se ha destinado una partida presupuestaria para nuestro particular Plan E (en nuestro caso plan B).
A falta de calles que levantar, se levantará el suelo de toda la casa; los molestos ruidos de obra irán a cargo del cuarteto de maza y cortafríos, tirando para ello las paredes que fueran necesarias.
Por último pero no menos importante, en el sub-apartado de “poyaque” quedan recogidas las partidas de cambio de puertas, fontanería-calefacción, cuarto de baño y aseo, y creación de barreras arquitectónicas (véase hacer por fin una escalera a la bodega).
La empresa encargada de la obra se le da bien trabajar en las alturas; y le conocemos pues ya ha hecho algunas “chapucillas” en otras casas del bosque. Ha prometido que en mes y medio desde la fecha de inicio estará todo finalizado; pero… no es que no confíe en ella, es que… bueno es que no confío en ella. Me daré con un canto en los dientes sí para el mes de junio tengo terminada la obra.
Por esto y por alguna que otra cosa más preveo que esta primavera verano va a ser muy dura en el bosque de Endor; eso sí, prometo que la fiesta que voy a montar cuando tenga la obra terminada va a ser de antología.
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