6 meses con PequeñoJedi

Mi querido paquetito,

Hace seis meses te sacaban de mi interior a la fuerza, con la misma fuerza con la que te habías agarrado para no perderte como tus hermanos; y yo te recibí con lágrimas, con lágrimas de alegría, la alegria más grande que puedo recordar.

Hace seis meses comenzó la mejor etapa de mi vida, una etapa llena de errores que pagas tu, llena de miedos porque no te dejen marcas esos erores, pero también llena de amor y esperanza por verte crecer día a día sano y feliz. Porque nuestra felicidad depende directamente y casi en exclusividad de tu sonrisa, de esa alegría que trasmites y que se expande como una onda en un calmo y cristalino lago.

Por las noches mientras duermes, me gusta asomarme y ver como resolplas tranquilo y seguro en tu cuna, me siento plena cuando me acaricias la cara, me tapas la boca mientras me miras con esos ojos maravillosos y mamas; disfruto sentada en el suelo jugando contigo a tirar los cubos de tela, riendote y aplaudiendo cuando ves caerse la torre; me encanta cuando te estoy preparando las frutas y me sigues con la mirada por toda la sala, sin perder ojo de tu cuchara y tu bol... aunque luego pongas cara de asco al tomar la primera cuchara. Mágico es el momento en el que te das cuenta que te estoy mirando, sonries y te da la vergüenza; Maravilloso, sentir tu piel suave y tersa cuando te hago pedorretas en la tripa justo antes del momento del baño, oir tus carcajadas es música...

Gracias a ti estoy reviviendo de otra manera mi propia infancia, recordando pasajes ya olvidados, momentos dulces y amargos que quedaron en algún rincón de mi memoria y que el paso del tiempo ha cubierto de una patina de distancia... Me he dado cuenta de que a veces, una madre se siente tan insegura como su hijo, pero debe dar la imagen de confianza suficiente para que su hijo pueda verse reflejado en ella y tener ánimo y seguridad.

Confianza... eso es lo que siempre me ha faltado, confianza en mi misma para afrontar retos y superar vallas... pero, increiblemente, contigo esta siendo maravillosamente fácil; cuando me miras, tu amor me llena el corazón de coraje, y puedo entrar en la guarida del dragón tan sólo armada con el recuerdo de tu sonrisa, sabiendo que tu, mi amor, crees que soy capaz de entrar, derrotar al dragón y volver airosa para cogerte en mis brazos y llenarte de besos.

Eres esa Fuerza que hace que cada día me sienta más segura de mi labor como madre, que comprenda cada día más a esa madre en ocasiones dura e inflexible que fué tu abuela, y en la que siempre pude confiar y apoyarme; yo quisiera ser una madre más flexible, aunque a veces pensarás que soy una roca, piensa que es el agua en su fluir diario quién suele romper la roca; así quisiera que sea nuestra relación, como el agua; que fluyera natural como lo hace ahora.

Eres un niño maravilloso, que ha llenado de amor y plenitud este corazón herido que en cada palpitar te envía fuerza y amor en partes iguales; fuerza para que puedas superar los retos que día a día se te van presentando y amor para que tengas ese apoyo infinito y eterno de tu madre.

Decirte que te quiero es poco, lo que siento es incalculable e innombrable, pues no hay palabra en ningún idioma que pueda plasmar lo que siento por ti; a veces pienso que estos momentos se me escapan de los dedos, que llegará el día que prefieras jugar a estar entre mis brazos, que huyas de mis besos por vergüenza o hastío, que al mirarme no se iluminará tu rostro en un arcoiris de amor... pero mientras esto siga sucediendo, lo aprovecharé y cuando sólo me quede el recuerdo de estos momentos maravillosos podré decirte que fuí para ti el todo, y que para mi serás por siempre y para siempre el Quam de la felicidad.