De tallas y compras...

Es una verdad por todos conocida que eso de las tallas es un invento

Y lo han creado las tiendas de ropa para que los compradores se vean obligados a probarse varias tallas de la misma prenda antes de lograr discernir cual es “su talla” ese día y en esa tienda, si me apuráis incluso de esa prenda, pues de una tienda a otra te puede cambiar incluso hasta un par de tallas.

Esto sucede cada vez que vas “de compras” y tu talla puede variar en una misma tarde varias veces, sin haber comido nada y aunque una tienda esté en la misma acera que la otra. Al principio las tallas venían por letras P, M, G, SG; luego cambiaron las siglas por números, talla 38, 40, 42, 46…52, 54; pero no se retiró el marcaje anterior por lo que te podías encontrar en la misma tienda ropa marcada de una u otra forma indistintamente, pero al final lograbas sacar una equivalencia más o menos coherente. Pero cuando los compradores ya se habían acostumbrado, apareció la anglización de las tallas, S,M,L,XL… y también se fue superando la prueba.

Esto de las tallas es un lío, pero al final y después de muchos probadores y bajar y subir cremalleras, puedes lograr saber más o menos en que baremos de tallas te encuentras… si no cambias de comercio para realizar tus compras y los helados del verano no hacen estragos en tu cintura claro.

Pero lo realmente caótico son las tallas de los bebés, pues todo lo que has aprendido durante tus años de adolescencia y juventud, no sirven de nada a la hora de comprar ropa de bebé…
La ropa de bebé puede ir por talla en centímetros o por edad en meses; quedando la mayoría de las prendas identificadas de las dos formas. Por ejemplo 48-52 cms correspondería a 0 meses. Y claro, es una trampa!

Por que piensas… Vale mi niño tiene 5 meses, por lo que le voy a comprar ropa de seis y aunque las primeras semanas le venga holgada le durará más, y así le compro este conjuntito taaan mono que es un poco más caro que este otro, porque “como lo va a usar más tiempo”, JA!
Resulta que tu hijo esta grandecito y cuando llegas a casa, después de haber lavado la prenda y por supuesto quitado las etiquetas, te encuentras que el trajecito en cuestión le esta ideal, y que en nada vas a tener que comprarle otro modelito porque este no le aguanta hasta los seis meses y un día ni de coñen.

La siguiente vez que vas a la tienda te acuerdas del trajecito de marras y piensas… Esta vez no me la juego, como mi Pequeño, escogeré la ropa por talla, y… resulta que la ultima vez que fuiste al pediatra el Ewok en cuestión medía 68 centímetros, por lo que piensas. Vale, le cojo este conjunto taaan ideal porque total, ahora si que acierto seguro, y la manga larga le va a servir durante más días que la manga corta.

Y resulta que el MiniEwok en cuestión esa misma noche le da por crecer todos los centímetros de golpe y al ponerle el conjuntito la sisa le queda justa, por lo que ya estas mirando al hombre del tiempo con la esperanza que empiece ya a hacer frío porque sino la manga larga se la vas a tener que poner al Nenuco!.

Creo que esto os ha pasado a todas, y por supuesto a Leia también, de hecho, le pasa constantemente, y eso que va a comprar con PequeñoJedi y le mide la ropa “insitu” pero claro La Fuerza no debe fluir adecuadamente en las tiendas de ropa para bebés….