Coser y cantar

La verdad es que tenía pensada otra entrada diferente hoy, pero dado que en la última he creado más comentarios, y a mi lo que me gusta es que me comenten… bueno, imagino que como a todos.

Me gusta coser … no puedo evitarlo; todo comenzó en la EGB, cuando Padme junto con otra mamá del APA crearon una extraescolar de costura; y claro, las dos retoñas de la profe fueron las que se apuntaron primero (qué remedio), ¡odiaba esas clases!.

No porque las diera mi madre (que también) sino porque soy zurda y nunca me he apañado bien con las tijeras ni con las manualidades; así que Padme no tardó en concederme una amnistía y darme por imposible. Aunque de aquella época me quedó la base, “Mucha hebra para coser poco, la hebra de marymoco”.

Tiempo después y ya emancipada descubrí el maravilloso mundo de “hágaselo usted misma” que es donde se suele ir a parar cuando tienes un conejo que se sube al sofá nuevo que es de color beis, y no tienes dinero para que te hagan una funda a medida. Y me quité la espinita de “no saber coser”.

Años después me regalaron una máquina de coser (hasta entonces tenía secuestrada la que fuera de Padme) … descubrí mi pasión, EL PATCHWORK!.

He confeccionado las cortinas de la cocina (y no es que yo lo diga pero me quedaron mu bien), fundas para los dos orejeros (de paños de cocina del IKEA), retapizado la chaislonge, una funda para el carrito de bebé de las sobri-Ewoks, disfraces(el de la foto no es mío es sacado de internet), protectores para el jamonero, Sunbonnets… y ahora estaba liada con algo más importante UNA COLCHA DE PATCHWORK, en un principio iba a ser una pequeña colcha de cuna pero… ahora ya es de 90. En cuanto tenga la casa un poco decente hago unas fotillos y las pongo…

Pero sobre todo me gusta coser porque me relaja; me pego el día pensando en las texturas de las diferentes telas (y colores) en como colocarlas mejor, en como coserlas para que se vean bien (o no se vean), en mil cosas vamos; no me meto prisa ni tengo a nadie que me la meta (la prisa), así que voy a mi ritmo, ¿qué no me acaba de gustar? Pues deshago y andando!.

Llevo loca a mi cuñada porque ropa de las Ewoks que ya no vale, ropa que me pasa para que yo saque tela, porque… eso de comprar tela para patchwork no me parece muy honrado (aunque siempre tienes que comprar al final) porque lo bonito es hacerlo como en un origen, cogiendo trozos de tela de aquí y de allí y reutilizarlos.

Mi hermana me pasa todos los vaqueros que puede, porque estoy decidida a tapizar un viejo orejero de Padme en tela vaquera reciclada por sus hijos, se que es un poco sentimental y muy tonto… pero no puedo evitarlo!.

Con lo que no puedo y me da además mucha pena es con el punto, lo he intentado e intentado miles y millones de veces (bueno quizá no tantas), pero ha sido imposible. Mi abuela materna enseñó a todo Naboo a hacer punto (mi hermana hace las bufandas y ponchos más bonitos de la Galaxia), conmigo lo intentaba todos los años cuando pasábamos con ella las vacaciones de verano, pero imposible, sí ella hacía una vuelta yo se la deshacía; incluso llegó a hacer los puntos con las manos cruzadas para que yo me hiciera a la idea, fue imposible.

Más tarde lo intentó Padme, pero incluso ella tuvo que reconocer que era más fácil hacer callar a C3PO que enseñarme a hacer punto a mí. Así que me quedé en el ganchillo que como es igual de un lado que de otro, yo hago el punto del revés y luego le doy la vuelta a la labor y listo; parece muy complicado pero no lo es.

Bueno, y las obras siguen su curso… es decir que sigue todo parado hasta mañana que venga el carpintero a poner las puertas y Tarkin con el herrero; pero esto tampoco es seguro pues me he pasado por la oficina para comprar la malla fijadora (para impermeabilizar el tejado) y Tarkin cuando me ha visto a puesto cara de ver al mismo Palpatine; me ha extrañado esa cara entre pánico y terror por lo que me he decidido a hablar de Jedi a Comandante imperial.

En el veterinario… Nala ya esta dada de alta definitivamente; Argos deberá seguir con el antibiótico hasta la semana que viene y con la medicación hasta finales de mayo; pero como ahora apoya la pata (bueno menos cuando le regañas que se pone a cojear) ya puedo lavarles, y menos mal porque apestan!. Se me olvidó llevar a Sole, así que tendré que pasarme otro día con ella. Uf!

Estoy deseando poner en orden mi casa, bueno, en realidad desearía controlar mejor la Fuerza y mientras estoy sentada bajo la morera comiéndome un helado la casa se ordenara sola, pero… aún no he llegado a ese control de la Fuerza, Ains!