Hace dos años...

Hace exactamente dos años comenzaba el mejor momento de mi vida...

Hace dos años Leia rompía aguas, y comenzaba un viaje intergaláctico lleno de amor, ilusión y porqué no decirlo... mucho uso de La Fuerza.

En estos dos años, Leia ha dejado de ser una padawan con miedo a ser feliz, esperando a cada paso el palo que la vida da a los esperanzados para convertirse en una MamaJedi, con angustias y preocupaciones; pero también con la seguridad de estar en el Lado luminoso de la Fuerza.

Leia ha tenido al Maestro Obi-Wan apoyando, algunas veces desde la distancia, pues el binomio Leia/PequeñoJedi ha sido en ocasiones muy excluyente; y otras veces al quite, como sólo Obi-Wan sabe hacerlo.

Porque a veces una caricia, una sonrisa (y más si es sonrisaKenobi) un abrazo es mucho más importante que tener la casa limpia o la ropa planchada; porque Obi-Wan también hace dos años que ya no es uno.

Porque nuestros corazones se despegaron de nuestros pechos, porque nuestros ojos solo tiene ojos para él, y nuestros brazos se encuentran fríos y desnudos sin sus abrazos.

La llegada de PequeñoJedi ha sido y es La Fuerza, la energía vital que hace que Leia mire la vida de otra forma; sin miedo al futuro, con una esperanza casi enfermiza por dejar un mundo mejor, porque desde hace dos años Leia sabe que aún hay esperanza en la galaxia.

Esta galaxia donde ser padre es realmente un acto de fe en la Fuerza, esta galaxia que evoluciona y muta a la velocidad de la luz y que por mucha hipervelocidad a la que se vaya, nunca es suficiente.

Y eso que debería dar vértigo, es lo que precisamente hace que Leia y Obi-Wan se planteen dar a PequeñoJedi un compañero de juegos, pero también de lucha contra el Reverso Tenebroso de la Fuerza, porque no nos quepa duda que se avecinan tiempos oscuros para la Rebelión y todas las tropas disponibles serán imprescindibles para la lucha que se avecina.

Hoy hace dos años … Sólo faltan 27 horas para que PequeñoJedi cumpla 2 años estelares pero eso será mañana y mañana será otro día.