El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento
19 de marzo de 2017
19 de marzo de 2016
19 de marzo de 2015
26 de abril de 2014
Felicidades PequeñoJedi
Feliz
Cumpleaños al amor de mi vida; al motor de arranque de las mañanas;
a la sonrisa que hace que cada día el sol despunte en Endor.
Hoy
PequeñoJedi cumple 3 años; 1094 días de inmensa felicidad; de
abrazos, besos, canciones y algún que otro susto.
El
balance no puede ser mejor, pues a sus recién estrenados 3 años,
podemos decir que ni una sola vez a sucumbido al Lado Oscuro de la
Fuerza y no hemos tenido ni una sola rabieta y los “terribles dos”
han pasado sin pena ni gloria.
PequeñoJedi
es un joven Ewok cabezón, con un corazón de oro y muchos
midiclodianos corriendo por sus venas que hacen que el día a día
sea ameno y divertido.
Le
encanta cantar e incluso inventarse la letra de las canciones; montar
en su recién estrenada bici nueva, leer cuentos, y sobretodo
“ayuyar” a Obi-Wan a cuidar de los animales; recoger los huevos
de las gallinas es lo que más le gusta del mundo mundial.
Su
lengua cada día es menos de trapo y tiene un extenso vocabulario en
los dos idiomas; aunque sigue dándole patadas a los dos diccionarios
que da gusto.
PequeñoJedi
es un Padawan feliz y sano, ¿Qué más pedirle a la vida?
19 de marzo de 2014
Corbata´s Day
Por que hoy es un día especial, hoy PequeñoJedi felicitará a Obi-Wan con un fuerte beso y un claro PAPA, y eso es el mejor regalo.
Por que...
Cuando eres niño tu padre es como La Fuerza, lo puede y sabe todo todo.
En la adolescencia tu padre es degradado y ya no sabe ni entiende nada nada.
En la edad adulta, tu padre es un Jedi que no sabe de todo pero sabe muchos nada.
Felicidades
a Obi-Wan por ser un padre atento y despistado, preocupado y
despreocupado y sobretodo por ser la otra pata del tripode en el que
se sustenta esta familia.
Felicidades
también a Perico Pindanga, PapádeAlex, PapádeBoliche,
PapadeBichito y Pequeñin, al Doc, PapáLobo, Papasincomplejos,
Estrajano, Miguel,Jorge, y Jose ....
Felicidades a Anakin, porque eres parte imprescindible de La Fuerza.
Y Felicidades también a Luke... por la parte que le toca.
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17 de marzo de 2014
14 de febrero de 2014
Brazos vacios llenos de abrazos
Mi pajarillo:
Te todas todas te tocaba ser el/la
segunda, en ese sitio donde estas te esperaba tu hermana mayor para
imagino, ayudarte a esperarme cuando podamos volver a estar juntas
las tres; aquí, si mi vientre no hubiera sido un lugar tan hostil,
en septiembre, habrías convertido a tu hermano en hermano mayor.
De todas maneras eres la/el segundo; en
este caso mi segundo gran fracaso, mi segundo aviso de la naturaleza.
Pero yo también soy la segunda, y ser
la segunda no esta tan mal...
La segunda tiene el camino más llano,
y mamá puede abrazarte desde el dolor, tu hermana tuvo que esperar
mucho tiempo para poder saber de mi, porque no acepte su pérdida.
Quizá la tuya la acepto mejor porque
pudimos vernos, pudimos llorar juntos los tres y decirnos adiós a la
cara; papá y yo pudimos sentir que eras real, no una imagen quieta
en un monitor.
Al salir del hospital, tristes, con los brazos vacios llenos de abrazos, tu padre y yo oímos un bebé llorar, nos dimos la vuelta, porque el corazón fue más rápido que el cerebro; pero no eras tu, era imposible que hubieses sido tu. Ese sonido junto a la imagen de tu cuerpecito me los guardo para nosotros.
Al salir del hospital, tristes, con los brazos vacios llenos de abrazos, tu padre y yo oímos un bebé llorar, nos dimos la vuelta, porque el corazón fue más rápido que el cerebro; pero no eras tu, era imposible que hubieses sido tu. Ese sonido junto a la imagen de tu cuerpecito me los guardo para nosotros.
Eres la segunda, pero no estas ni
encima ni debajo de ninguno de tus hermanos; estas entre ellos.
No porque, no me quede en la cama
llorando, hundida y desesperada de dolor; no siento menos tu
ausencia.
Siento que te estoy fallando por
segunda vez; todo es segundo.... odio lo segundo....
Todo mi amor no pudo retenerte en mi
vientre y todo mi dolor no puede llenar mi mente....
Pero estas aquí, junto a tu hermana en
este enorme hueco vacío que hay en mi corazón, un hueco que debería
estar lleno de besos y caricias, canciones y susurros. Un enorme
hueco que nadie llenará, porque es tu hueco.
Hoy me vuelvo a despedir de ti, esta
vez con palabras... te pido perdón por dejarte marchar, por no
poderte acompañar un minuto más en tu camino; pero tu hermano me
espera y me necesita tanto como yo a ti.
Te pido por favor, te quedes con tu
hermana y os hagais compañia, si ella aún no la ha encontrado, buscar a
la abuela... ella os dará calor y consuelo.
Te quiero mi pequeño pajarillo y te
querré toda mi vida.
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12 de febrero de 2014
Su nido vacio
Hoy hablando con una amiga que esta
pasando el duelo de la amarga espera; hablando de esta pérdida y de
como me siento; me ha dicho algo que me ha hecho reflexionar...
“Porque los hombres, maridos y
padres, no sienten el dolor del vientre vacío, no son ellos los que
se hormonan para conseguir ese positivo en un papel, no sufren el
dolor físico del parto sin premio, ni pueden experimentar el
continuo examen al que se somete una madre de brazos vacíos.”
Pero tampoco sienten la culebrilla en
el vientre, o la presión que hace ir al baño a cada rato, no tienen
ese subidón hormonal de felicidad infinita al dar de mamar a su
bebé.
Ellos son los grandes olvidados...
El sábado pasado vi a mi marido
sufrir, tanto como yo, no tuvo contracciones pero si fue su sangre la
que se derramó, porque fue su hijo el que se fue, y una parte de él
se fue con el.
Mi marido perdió a su hijo, tal como
lo perdí yo.
Pero el “debe ser fuerte” debe
“cuidarme” y debe “mantenerse entero”, y yo me pregunto
¿Porqué? ¿Por qué a mi marido no se le permite sentirse a hablar
de su pérdida y llorar por su hijo nacido muerto seis meses antes de
lo debido?
El embarazo, parto y puerperio parecen
exclusivos de la madre y el niño si sale bien, y exclusivo de la
mujer si sale mal.
El padre es ese ser que atiende a las
visitas y pone el café (ahora ya ni puros regala el pobre) cuando su
hijo nace; y es el “timón” del barco a la deriva que se
convierte una casa ante una pérdida así.
¿Y entonces? El hombre ¿Cuándo
llora? ¿Cuándo hace su duelo? ¿Cómo se despide, se rompe y vuelve
a recomponerse?
Me niego educar a mi hijo en ese limbo,
necesito saber que vosotros, hombres que me leéis, habéis
encontrado a alguien, un momento un instante para llorar, para
gritarle y escupirle al sol toda la rabia y el dolor de vuestro
interior.
Hoy más que nunca os valoro por lo que
sois, personas antes que hombres y padres; valoro vuestros
sentimientos y acepto vuestro dolor.
Hoy y aquí, por escrito y ante el
mundo entero me comprometo a no castrar los sentimientos de mi hijo,
a no practicarle una ablación terrible.
Ante todos y cada uno de vosotros, que
habéis tenido que “ser fuertes” y reprimir vuestras lagrimas,
por cada una de esas gotas saladas no vertidas me comprometo a
enseñar a mi hijo a llorar, hundirse y levantarse como una persona
más fuerte aún; a ser un hombre.
Este post va dedicado sobretodo al
hombre de mi vida, que con su amor y su sensibilidad me ha demostrado
una vez más que es el mejor compañero de viaje que pude jamás
imaginar.
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10 de febrero de 2014
Mi Nido Vacio
Son las 2:35 de la mañana, de este
frio y triste lunes; apurando las últimas horas de un fin de semana
horrible y doloroso.
Debería haber sido un fin de semana
perfecto, junto con mi marido y mi hijo de casi tres años íbamos a
visitar a una gran amiga y a su maravillosa familia; mi hijo tendría
este fin de semana a la mascota de la guardería y disfrutaría del
puente, aprendiendo y disfrutando.
En cambio ha sido un fin de semana
intenso.
El viernes al mediodía sentí que
algo no iba bien, no había dolor, pero un leve sangrado me alertó
que la vida en mi vientre que tanto nos había costado conseguir
volvía a estar en peligro. El reposo absoluto no hizo más que
confirmar las sospechas, el nido estaba siendo abandonado.
A media tarde me dirigí sola al
hospital de referencia, ese hospital que me ha dado tantos disgustos
como alegrías; el mismo hospital que me sacó sin mi niña, con los
brazos vacíos y el corazón encogido, y el mismo hospital del que
salí feliz y airosa hace casi tres años con mi precioso hijo en
brazos.
Allí y tras varias ecografías y un
grupo de estudiantes con cara de circunstancias, me dijeron que esa
nueva esperanza que se albergaba en mi interior se estaba yendo. A
solas lloré, grité y maldije; por primera vez en algunos años
volví a pelearme con el mundo y volví a perder.
Al llegar a casa, esperaba mi hijo, sus
sonrisas y su amor infinito.
Se fuerte me dije, que no te vea llorar
me ordené, que no note ni presienta el dolor y la angustia.
A la mañana siguiente dejamos a
nuestro hijo junto con su tía; mi marido y yo nos encaminamos al
hospital.
Fue una tarde de espera y dolor, mucho
dolor; dolor inútil y penoso; un dolor de parto sin premio. Un dolor
corporal que sólo remitió al sentir marchar a mi precioso bebé,
solos los dos en una fría habitación de hospital, sin más apoyo
que un bote para “dejar lo que eches” y todo el amor de mi
marido.
Tuve, no, tuvimos a la tribu a golpe de
whatsapp tirando de nosotros, respetando silencios y respondiendo
rápidas a cualquier solicitud, nerviosas y tristes sintiendo con
nosotros; tuvimos los videos y fotos que mi hermana nos mandaba de
nuestro hijo haciendo sus cosas cotidianas y hablando con su lengua
de trapo.
Tuve un grupo de enfermeras y
profesionales que comprendiendo lo que pasaba en la habitación 444
se volcaron en no volcarse, en dejar espacio y en respetar decisiones
a veces dolorosas como quedarse “el bote” un rato más.
Después del dolor físico, el legrado,
y una noche extraña... caricias, croquetas, lagrimas y una nube de
somnolencia.
A la mañana siguiente más tribu, más
lluvia en el corazón y más dolor en el alma.
Parir a tu hijo muerto, verle la cara y
las manitas, despedirte de el sin palabras.... Es con diferencia lo
que más nos ha unido a él; y su imagen nos acompañará en todos
sus cumpleaños no cumplidos.
Hoy, cuando mi hijo se levante,
comenzará un nuevo día, una nueva semana, comenzará mi duelo
silencioso, porque mi príncipe de rizos rebeldes es lo que me
retiene para no desear irme con mis otros dos hijos, y se merece a su
madre al cien por cien.
Hoy hijo, te doy las gracias por ser
fuerte y haber resistido ese nido hostil que fue mi vientre y haberme
dado lo mejor de la vida.
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12 de enero de 2014
Visita de Lino (Batallas en la MiniEstación)
Como ya comenté en la entrada “Creando
Pequeños Sith gracias a Peca y Lino”, en la clase de PequeñoJedi
tiene dos mascotas; Una vaca llamada Peca (originalidad sobretodo) y
una cebra llamada Lino (por eso de la paridad entre sexos), mascotas
las cuales cada viernes se van a casa de algún MiniEwok a pasar el
fin de semana y así conocer todas las casas y costumbres de Endor a
la vez que evitan cogerse un fuerte resfriado, pues los fines de
semana no se pone la calefacción en la MiniEstación y en Endor en
invierno hace muuucho frío.
Hace ya casi un mes le tocó
tal honor a PequeñoJedi, que encantado cumplió una por una todas
las condiciones para llevarse a casa a tan insigne personaje:
1) Tener ilusión por llevarte a la
mascota: PequeñoJedi llevaba varias semanas cantando la canción del
sombrero de Lino... haciendo méritos a la vez que martilleando los
oídos de cualquiera.
2) Enseñarle la casa y las mascotas de
la familia: Esto PequeñoJedi lo cumplió a raja tabla, y el pobre
Lino colechó con Obi-Wan y Leia, recogió los huevos de las gallinas
y de la pata, quedó atrapado entre la paja de los conejos, montó
cual jinete sobre Nala, por poco se baña en el estanque de las
tortugas e incluso conoció a Anakin y su Padawan que realizaron un
viaje interestelar a hipervelocidad para estar ese fin de semana
animando a ObiWan, el pobre Lino fue hasta al vater!
3) Jugar con la mascota “para que no
se aburra”: Lino jugó con el tren de los Legos, Progenitor A le
leyó unas 3 veces (en la misma tarde) el cuento de "Goldilocks and
the Trhee Bears"; Hizo pizza con ObiWan, jugó con la plastilina,
saltó encima de la cama, e incluso ha sido el protagonista de este
post!
4) Devolver la mascota el lunes
siguiente: Bueno... eso ha sido más complicado, porque PequeñoJedi
al salir de clase, preguntó por Lino, pero Leia le llevaba a
Jeromin... el gran olvidado ese fin de semana que ha vuelto a ser el
peluche preferido de PequeñoJedi.
Leia y ObiWan desconocen que hacen Lino
y Peca a lo largo de la semana, pero están convencidos que Lino se
ha ganado un merecido descanso en su caja hasta el viernes que viene.
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